
El ciclo de Gabriel Raimondi en América de Cali terminó antes de lo esperado. Este lunes, el club oficializó la salida del entrenador argentino, quien llegó a mediados de año con ilusión, pero se marcha tras un paso fugaz y sin éxito en la Liga BetPlay 2025.
Raimondi asumió el cargo el 24 de junio en reemplazo de Jorge Da Silva, con la promesa de reencaminar a los escarlatas. Sin embargo, en poco más de dos meses, los números no lo respaldaron: de 14 partidos dirigidos, ganó cuatro, empató tres y perdió siete, para un rendimiento del 35,7 %.
El golpe definitivo llegó el 31 después de su reciente derrota ante Alianza Valledupar, Esa derrota que lo dejó en la penúltima posición del torneo con apenas cinco puntos de 21 posibles, un registro preocupante para una institución con la exigencia de pelear arriba.
Más allá de los resultados, el fútbol del equipo nunca convenció. El proyecto de Raimondi no conectó ni con la hinchada ni con los jugadores, y se vio superado en todas las competencias: eliminado en octavos de final de la Sudamericana ante Fluminense y con altibajos en la Copa Colombia.
El balance fue tan bajo que se convirtió en uno de los ciclos más flojos de su carrera como técnico. De hecho, solo en el Rimini de Italia tuvo un peor rendimiento (20,8 %), lo que confirma la dificultad que tuvo para encontrar respuestas en el América.

Desde su último título liguero en 2020, el club ha pasado por una racha de inestabilidad con siete técnicos destituidos: Jersson González, Juan Carlos Osorio, Alexandre Guimarães, Lucas González, César Farías, Jorge Da Silva y ahora Raimondi. Una lista que refleja la falta de continuidad en el banquillo escarlata.
Ante esta situación, la directiva anunció que Alex Escobar asumirá de manera interina, acompañado de Viáfara y Hernández. Mientras tanto, se abre la baraja de candidatos para tomar las riendas, y entre ellos sobresale el nombre de Juan Cruz Real, quien ya conoce lo que es ser campeón con América.
América de Cali atraviesa un presente oscuro, con urgencia de resultados y con la obligación de devolverle esperanza a su hinchada. Raimondi ya es parte de la historia reciente, pero el verdadero reto será recuperar la identidad de un equipo que lleva años sin encontrar estabilidad.
𝘮𝘢́𝘴 𝘲𝘶𝘦 𝘱𝘢𝘴𝘪𝘰́𝘯 ✘