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Una fiesta que terminó en silencio
El estadio Palogrande se vistió de blanco para vivir una noche que prometía hazaña. Con la ventaja de 2-0 obtenida en la ida ante Independiente del Valle, los 31.000 aficionados soñaban con revivir la gloria de aquel “Once Caldas campeón” de la Copa Libertadores. Pero lo que empezó como fiesta terminó en un silencio sepulcral: la eliminación llegó en una dramática tanda de penales que recordó que, en el fútbol, nada está decidido hasta el pitazo final.
Un visitante decidido
El encuentro de vuelta por los cuartos de final de la Copa Sudamericana mostró desde el inicio la ambición del cuadro ecuatoriano por revertir el marcador global. El Blanco-Blanco, en cambio, buscó aprovechar los espacios, liderado por un activo Dayro Moreno que, pese a sus 10 goles en el torneo, falló un mano a mano clave que pudo cambiar la historia. Fue el primer aviso de una noche complicada.
Golpes de Independiente del Valle
La respuesta de Independiente del Valle no tardó. Inspirado por el argentino Michael Hoyos, el visitante demostró por qué es reconocido por su juego audaz. Hoyos abrió el marcador al minuto 26 y repitió al inicio del complemento, capitalizando un descuido en un tiro de esquina para igualar la serie. El Palogrande, que había explotado de emoción, quedó en una tensa calma, consciente de que el desenlace se decidiría desde los once metros.
El desenlace desde el punto blanco
Los minutos finales del tiempo reglamentario reflejaron la ansiedad. Once Caldas intentó reaccionar con el empuje de Michael Barrios y la experiencia de Dayro, pero la falta de precisión y la férrea defensa ecuatoriana mantuvieron el empate global. Con el 2-2 en el agregado, la serie se fue a los penales. Dayro Moreno convirtió el primero para los locales, pero el volante Robert Mejía estrelló su remate en el travesaño. Aunque el arquero James Aguirre dio un respiro atajando un disparo, la suerte se torció cuando él mismo, en su turno, envió el balón afuera.
Final amargo para Manizales
Sin fallas, Independiente del Valle se impuso 5-4 desde el punto blanco. El cobro definitivo de Layan Loor apagó el sueño continental de Once Caldas y la ilusión de toda una ciudad. La noche del 24 de septiembre quedará grabada como aquella en la que el equipo lo dio todo, pero un par de errores y la implacable tanda de penales sellaron un final amargo para una campaña que prometía mucho más.
𝘮𝘢́𝘴 𝘲𝘶𝘦 𝘱𝘢𝘴𝘪𝘰́𝘯 ✘
